Hace poco más de un mes decidí, entusiasmado, retomar la actividad creativa y darle vida a este blog.
Admito que soy una persona inconstante. Mis energías y mi tiempo suelen concentrarse en un objetivo durante un largo período de tiempo, hasta que el cansancio me juega en contra y termino desistiendo lentamente, como un preludio silencioso antes del cese. Es así. Llevo 25 años de mi vida, y desde que las responsabilidades mismas de la adultez llegaron, muchas veces terminé actuando de esa manera. Aclaro, no me considero irresponsable. Pero suele ocurrir que me termino rindiendo sobre algunas actividades ante la saturación. Este año, tal vez por el contexto que estamos viviendo, de alguna manera u otra muchas de mis actividades han terminado siendo olvidadas por un tiempo.
Al menos eso es lo que ha ocurrido siempre. Sin embargo, querido/a lector/a, mis intenciones al respecto han cambiado.
Este blog me ha servido como un ancla para el desarrollo creativo de nuevas obras, muchas de ellas pequeñas, pero que me han desafiado a innovar en mis formas y estilos. Cada pequeño poema o cuento se encuentra etiquetado con su año de creación. Y este 2020 pude, en poco más de un mes, escribir tres pequeños cuentos. Eso, admito, es algo que nunca me había pasado. Los finales suelen aterrorizarme, y encarar el final de una historia siempre me desmotiva. Sin embargo, al permitirme jugar con las palabras, con las emociones, los miedos y los paisaje resultantes, pude hacerlo. Un pequeño (gran) logro para un escritor frustrado.
Sea como fuera, y pese a la lastimosa inconstancia (el peso de una actitud que quiero cambiar), es mi deseo que este sea un espacio donde usted pueda encontrar algo. ¿Y qué es ese algo? No sé. Tal vez algo que llame a la reflexión, al sentir o al recordar. O tal vez una palabra, una oración o un texto del cual se pueda apropiar. Puede que pretenda demasiado, y sólo consiga visitas desinteresadas, que en un momento de aburrimiento entren a un link a ver qué hay dentro. La verdad, esas cosas escapan de mi control.
Pero no deja de ser emocionante.
Espero que, si leíste esto, si llegaste hasta este punto, puedas volver algún día a este blog. Y que siempre puedas llevarte algo de él. Después de todo, ese siempre es el deseo de todo escritor, por más errático que sea.
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